Nuestra misión

  • Fundada en el 2009, Fundación Paz Global (FPG) es una organizacion internacional, no partidista y sin fines de lucro, que promueve una forma innovadora, basada en valores, de trabjar constuir Paz, guiada con la vision de una familia bajo Dios. FPG involucra y organiza una red global de socios del sector público y privado que desarrollan modelos de construcción de paz comunitarios, nacionales y regionales como base para sociedades éticas y cohesivas.


En Fundación Paz Global, creemos que nuestra identidad compartida y aspiraciones comunes como miembros de la familia humana establecen la base para una paz sostenible.

Nuestros principios

Fundación Paz Global afirma la importancia de los principios universalmente reconocidos y los valores compartidos como esenciales para construir la cohesión social dentro de las naciones y la comunidad global.

Valor Intrínseco

Todas las personas tienen valor intrínseco, dignidad y derechos fundamentales, tal como los otorga el Creador.

Escencia Moral

Toda persona tiene, como atributo supremo, una esencia espiritual y moral

Relaciones Humanas

Nuestra naturaleza humana encuentra su máxima expresión y significado en relación con los demás.

Libertad y Responsabilidad

Las personas desarrollan su potencial innato a través de sus elecciones y acciones. La libertad y la responsabilidad están intrínsecamente vinculadas.

Nuestro enfoque

El enfoque único de Global Peace Foundation para la consolidación de la paz incluye tres aspectos esenciales: liderazgo interreligioso, empoderamiento de familias y jóvenes, y construcción de una cultura de servicio.

Liderazgo interreligioso

La mayoría de las personas entienden y descubren el significado de la vida a través de varios caminos espirituales. Si bien puede haber grandes diferencias en las doctrinas y liturgias religiosas, la forma en que uno vive todos los días es una medida de cómo esas creencias se han arraigado en el carácter de uno.

Los valores humanos básicos —respeto y compasión por todas las personas, honrar a la familia, vivir con integridad— son de vital importancia para las personas de todos los credos y orígenes. Por lo tanto, es esencial que los líderes religiosos permanezcan unidos y afirmen públicamente los principios y valores compartidos que las tradiciones religiosas defienden individualmente.

Abordar los problemas más críticos que enfrenta la humanidad, incluidos los conflictos y la pobreza extrema, requiere un cambio fundamental en el corazón y el espíritu. Se necesita un liderazgo de fe, que apele a los más altos ideales y aspiraciones de los seres humanos, para ayudar a lograr dicho cambio.

Debido a que las tradiciones religiosas abordan las cuestiones más importantes de la vida: quiénes somos y cómo debemos vivir, las identidades religiosas suelen ser más fundamentales que la nacionalidad o el origen étnico.

Reconociendo que muchos conflictos se atribuyen a causas religiosas, las personas de fe deben mostrar con el ejemplo que pueden trascender las diferencias basadas en nuestra herencia común y valores compartidos como Una Familia bajo Dios.

Fortaleciendo Familias

la familia es la “escuela de amor y de virtud” en la que se forma en lo más profundo el carácter y el corazón de cada individuo.

La familia está destinada a ser el entorno más íntimo en el que cada niño llega a conocer su valor intrínseco a través del amor incondicional de los padres.

Las relaciones vitales en la familia extendida ayudan a formar el sentido más amplio de identidad del niño al impartir la esencia de la cultura y la tradición.

Las relaciones dentro de la familia, entre marido y mujer, padres e hijos y entre hermanos son fundamentales para desarrollar las virtudes que subyacen a todas las relaciones sociales positivas. Las personas aprenden a relacionarse con toda la humanidad en la familia extendida.

Los futuros ciudadanos con valores éticos claros y un sentido activo de responsabilidad social se cultivan dentro de familias fuertes y comunidades vibrantes. Desde la familia inmediata hasta el modelo de familia extendida, y extendiéndose a toda la familia humana, la “familia” está en el corazón de Una Familia bajo Dios.

Construyendo una Cultura de Servicio

Los valores formados en la familia tienen el propósito de ser practicados a través de un estilo de vida de servicio al bien mayor. Una cultura formada por ciudadanos que viven de esta manera es naturalmente ética, inclusiva, próspera y verdaderamente libre.

El servicio proporciona enormes oportunidades para el aprendizaje experimental, el cual puede cultivar el liderazgo y el buen carácter. A través del servicio internacional e intercultural nos comprometemos de maneras significativas con los demás a formar lazos profundos de corazón que trascienden todas las diferencias. Aprendemos de maneras profundas, personales y, a menudo, transformadoras de vida, que somos, de hecho, una familia bajo Dios.

Los aportes obtenidos de que somos una familia nos hace conscientes de que el mundo es nuestro hogar en común. Por lo tanto, somos responsables de respetar, proteger y vivir en armonía con el ambiente natural.

Servir al bien mayor adopta un ambiente social en el cual nuestra creatividad innata puede florecer, permitiéndonos valor, resolver los problemas, y construir un mundo en donde todas las personas puedan tener una vida significativa y satisfactoria
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